09 octubre, 2021

MITOS Y REALIDADES SOBRE EL LIDERAZGO MODERNO

Mitos y realidades del liderazgo actual

El liderazgo actual se está moviendo. Cada vez es más reconocido un tipo de liderazgo sin jerarquías ni organigramas llamado liderazgo horizontal.

El modelo actual, conocido como liderazgo vertical, definió muchas de las organizaciones que conocemos; sin embargo, está siendo desplazado por la necesidad de crear espacios en los que exista la pluralidad, la diversidad, la validez de todas las opiniones y la integración de cada una de las posiciones. Es necesario cambiar la noción de que el liderazgo es aplastante, notorio, ventajoso, cómodo y autoritario.

Todo comienza por resignificar el papel de un líder actual. Aunque un líder se puede ver de muchas maneras, existe una característica que lo identifica: cuida a la gente antes que al resultado, pues sabe que son ellos los que generan el resultado.

No hay liderazgo efectivo sin líderes conscientes.

La transición del liderazgo vertical al horizontal ha ocurrido de manera paulatina; poco a poco más y más empresas, equipos y organizaciones han puesto mayor atención a su gente para dejar de verlos como subordinados y comenzar a integrarlos a la estructura desde un sentido de pertenencia regido por un propósito en común.

Es decir, los líderes dentro de las organizaciones están adoptando cada vez prácticas en las que inspirar, escuchar y jugar en equipo son fundamentales para la generación del resultado, no sólo por el resultado mismo, sino por una evolución de quienes participan en él. 

En el liderazgo horizontal, todos se sienten parte de una decisión; son escuchados y pueden contribuir con sus talentos y visión al objetivo de la organización.

Un líder sabe que los colaboradores requieren sentirse parte del espacio más que verse remunerados económicamente. Por ello, escucha más de lo que habla, abre la posibilidad para todos, propicia la colaboración antes que la competencia y reconoce la diversidad de talentos en su organización. 

Si fuera posible ver esto en un ejemplo sería a través de un juego de fútbol. El coach o entrenador dirige en la cancha, pero no está dentro. Por ello, escucha la opinión de todos y habla al final para llegar en conjunto a una estrategia en la que esté integrada la visión y contribución del equipo, y así, conseguir el gol. Para el coach es importante escuchar a la gente que tiene la pelota en los pies, de otro modo no sabría qué jugada tomar.

Estos son algunos de los mitos y realidades que existen alrededor de un líder actual

Mito 1: La gente trabaja para el líder.

 

Realidad: El líder es quien trabaja para su gente. El rol de un líder no es asignar tareas o dictar órdenes; de hecho, eso es lo menos importante de su posición. El verdadero propósito de un líder es inspirar al equipo a hacer su trabajo con sus propios talentos, con su manera de ser; siempre en pro de la evolución de la gente. Hace que cada miembro entienda su rol para apropiarse de él y de este modo contribuir a la organización. 

 

Quien cree que la gente trabaja para ellos son generalmente sólo jefes o managers quienes dictan cómo debe hacerse el trabajo. Un líder mueve a la gente siendo ejemplo e inspirando a los demás a trabajar con sus talentos. 


Mito 2: Un líder es quien tiene la verdad.

 

Realidad: El líder es capaz de escuchar en apertura todas las opiniones, puntos de vista y posturas para llegar en conjunto a una nueva resolución. Genera espacios de diálogo y apuesta por la pluralidad. 


Mito 3: Lo que más se necesita para ser un líder es saber inspirar o motivar.

 

Realidad: Inspirar al equipo, motivarlo o despertarlo a sus talentos son cualidades o características de un líder; sin embargo, no son suficientes. La manera de ser más importante de un líder se llama valentía. 

 

Es el líder quien va por delante asumiendo el riesgo de todas las decisiones con las consecuencias que implican. Es a quien señalarán, quien levantará la voz y dará el paso al frente por los demás. Por ello, un líder debe estar dispuesto y preparado para equivocarse y fracasar, pues es su tarea adueñarse de los errores, llegar con el equipo y encontrar juntos una nueva solución.


Mito 4: Ser jefe te convierte automáticamente en un líder - el más común de los mitos.

 

Realidad: Todos los jefes pueden ser líderes pero no todos los jefes son líderes. Un líder cuida a las personas de tal manera que el equipo genera resultados gracias a que se siente importante, reconocido, validado, y también, en un constante reto, pero desde el crecimiento y la evolución.


Mito 5: El líder es responsable del 100 por ciento de los errores.

 

Realidad: Así como llega al resultado en conjunto con el equipo, del mismo modo enfrenta los errores, pero no desde la confrontación o el reproche. Un líder no señala lo que está mal, sino lleva a la gente a notar dónde está el error para modificarlo. Por lo tanto, un líder crea el espacio para que la gente se sienta con permiso de equivocarse, pero con la responsabilidad de corregir lo que no salió bien.


Un líder se enfoka en hacer lo correcto, no en estar en lo correcto. No pelea por tener razón.

Existen otros mitos que rodean la figura del líder, pero son estos los más presentes en la conversación actual. Es importante identificarlos para desmentirlos y actuar en consecuencia, sobre todo si queremos poner en práctica el liderazgo horizontal. 

Recuerda: Es quien soy, y no lo que hago, lo que determina mis resultados.

Hoy te pregunto si estás viendo a tu organización y a tu equipo como activos reemplazables o como una extensión que fuera de la empresa es el estandarte de los valores y el propósito ¿Qué me dirías?

Con aprecio, 

Michelle

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