5 ESTRATEGIAS PROBADAS PARA DEJAR DE PROCRASTINAR

  • Michelle Campillo

    Escrito por:

    Michelle Campillo

Cómo dejar de postergar

La postergación es un visitante que toca tu puerta, en cualquier época del año, bajo circunstancias específicas y muchas veces te toca sin darte cuenta. Es tu deber ¡decirle que no tienes tiempo para él!

Tu tiempo es el único recurso que no vuelve.

Por esto quiero concentrarme hoy en enseñarte estrategias para combatir este mal, que muchas veces se convierte en virus y otras tantas en cáncer.

Para maximizar tu tiempo dale vida a Pareto y su principio de 80/20.  Este principio llamado así por su creador el economista Wilfredo Pareto, quien observó claramente que el 80% de los resultados, son generados por el 20% de las actividades; que el 80% de las ventas, es constituida por el 20% de los clientes; que el 20% de los vendedores, genera el 80% de los resultados, y así sucesivamente.

Para manejar tu conducta de manera productiva es importante entender que de 10 tareas que tengas que hacer, 2 van a generar el 80% de tus resultados, o sencillamente 2 son más importantes que las 8 restantes; y es un gran llamado de atención después de ver estas cifras, que la mayoría de la gente posterga del 10 al 20% de los asuntos que son los pocos y vitales, ocupándose de los muchos que son triviales. Para concentrarte en no estar ocupado sino en generar resultados es importante que le des vida a este principio y pregúntate: ¿Cuáles son las actividades que me darán mejores beneficios? ¿Qué puedo hacer sólo yo, que si lo hago marcaría una gran diferencia? ¿Qué puedo delegar?

¿Por qué postergamos?

Postergas cuando dejas de lado tareas que debes hacer ahora, invirtiendo el tiempo haciendo aquello que posiblemente es más gratificante, pero no más importante. Grandes ideales nunca concretizados; gente brillante, con logros apagados. Vivimos trabajando, agotados, ocupados… en hacer muy bien lo que no tenemos que hacer.

 

Postergamos por miedo: miedo al fracaso, miedo a perder, miedo a explorar. Otras veces postergamos porque nos sentimos abrumados con la tarea a ejecutar; no sabemos por dónde empezar y otras tantas no nos sentimos con las habilidades o recursos para completar dicha tarea. Otras razones de la postergación son poca organización y falta de priorización; la excusa de esperar el tiempo adecuado para hacerlo o sencillamente contar con el humor o el deseo de hacerlo.

¿Cómo supero la postergación?

1. Reconoce que estás postergando. Cuando completes tu lista de tareas al iniciar cada mañana, asigna la prioridad. Las prioridades se establecen por las consecuencias que producen no hacer dicha actividad. Autoevalúa tus resultados al final del día y verifica las tareas que verdaderamente realizaste. ¿Cómo se compara lo logrado con el plan? Identifica además si las tareas completadas fueron las de importancia baja o si una misma tarea se repite día tras día sin concluir.  Si algo similar te sucede, ¡estás postergando!

2. Identifica por qué estás postergando esta tarea. Elevar tu autoconciencia en estos casos es una manera muy inteligente para adoptar comportamientos que te lleven a potenciar tu vida y tu tiempo. Mientras más conozcas la razón que te lleva a postergar esa tarea, mejor será la estrategia a implementar para acabar con el mal. Si es miedo, prepárate; si es que te resulta aburrida, encuentra el beneficio o si puedes, delégala; si no sabes por dónde empezar porque es bien complicada, diseña un plan. ¡Elimina las excusas!

3. Divídela. Dividir las grandes tareas en pequeñas, hace más fácil, digerible y accesible el proyecto. Henry Ford decía: “nada era difícil si se dividía en pequeñas partes”. Asigna un tiempo diario a cada pequeña parte y ¡verás grandes resultados!

4. Usa la técnica del Queso Suizo. Esta técnica te impulsa a seguir haciendo aportes pequeños, y consistentes. Es hacer un “agujero” en la tarea, hasta finalizar. Destinar 30 minutos diarios, por ejemplo, a trabajar con la tarea requerida, concluidos los 30 minutos soltar la tarea y seguir con lo próximo. De esta manera, al cabo de un tiempo planificado habrás concluido.

 

Esta técnica del Queso Suizo también la puedes unir con la técnica Pomodoro, que consiste en sesiones de 25 minutos de trabajo con breaks entre medio de 5 minutos. Este artículo te explica en detalle cómo ponerla en práctica.

5. Agrupa. Agrupa por actividades similares y planifica tu día de esta manera. Por ejemplo, las llamadas telefónicas agrúpalas para ejecutarlas todas a la vez; igualmente para devolver los correos, puedes asignar horas específicas durante el día, lo que evita postergar su revisión. De esta manera, empiezas a construir hábitos que te lleven a enfokar tu triunfo.

 

Luego de ver esto y analizar lo que te propongo, quiero que te preguntes:

¿Qué estoy postergando en mi vida? ¿Qué precio estoy pagando por no hacer lo que realmente quiero? Si lo hubiera hecho, ¿dónde estaría hoy?

¡Decídete: hoy es tu mejor día!

 

Coméntame debajo: ¿Cómo te diste cuenta de que estabas postergando? ¿Qué haces para evitar la postergación?

Con aprecio, 

Michelle

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